La llegada de los jesuitas a Caltanissetta fue promovida, a finales del siglo XVI, por doña Luisa Moncada y su hijo Francesco II, con el fin de elevar el nivel cultural de la ciudad. El gran complejo ocupa una manzana entera y está formado por la iglesia dedicada a Santa Águeda y el colegio de estudios.
La construcción comenzó en 1588, siguiendo los planos del arquitecto jesuita Alfio Vinci, posteriormente sustituido por el arquitecto Natale Masucci. La iglesia fue terminada en 1628.
La fachada, de tres niveles, presenta un elegante pórtico de entrada flanqueado por dos columnas corintias, coronado por un frontón curvo interrumpido y un escudo con dos querubines, esculpido por Ignazio Marabitti. El interior tiene planta cuadrada: cuatro pilares forman una cruz griega central, rodeada por cuatro capillas laterales. En 1647, los hermanos Serpotta realizaron la decoración en estuco.