Rupe di Marianopoli

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A pocos minutos en coche de Marianopoli, una cresta calcárea de más de cuatro kilómetros se alza como la quilla de un barco sobre el paisaje ondulado del Vallone.

Rupe di Marianopoli

Es la Rupe di Marianopoli, Lugar de Interés Comunitario ITA050009 y Zona Especial de Conservación de 1 161 hectáreas que culmina en los 804 m del Monte Incauso y en los contrafuertes de Portella Scalazza y Porta Pasquale. Las paredes septentrionales, recortadas en calizas de la Formación yesífero-sulfurosa, se precipitan en espectaculares cortados desde los que la vista abarca las Madonías, el Monte Altesina y la llanura del Imera. En los escarpes rocosos vive una flora rupícola excepcional, con endemismos sicilianos como Brassica tinei, Anthemis cupaniana y Erysimum metlesicsii, mientras que en las laderas soleadas dominan los pastizales de Ampelodesmos mauritanicus y los arbustos plateados de Salsola agrigentina. En primavera, las grietas de la caliza se encienden de orquídeas silvestres, los cielos son surcados por cernícalos y halcones peregrinos y, al anochecer, el canto de la abubilla se mezcla con el chirrido de los grillos. El microclima mesomediterráneo (media anual 16 °C, precipitaciones 561 mm) favorece la persistencia de manchas de encina y quejigo al pie de la vertiente meridional.

Más allá de su valor naturalístico, la Rupe custodia un fascinante capítulo de la protohistoria siciliana: en las terrazas de Balate–Valle Oscura y Vallescura los arqueólogos han identificado un asentamiento de la Edad del Bronce y una necrópolis de hipogeos artificiales, con cerámicas castelluccianas y ajuares greco-indígenas hoy expuestos en el Museo Arqueológico de Marianopoli. En la meseta cimera reaparecen recintos líticos interpretados como cromlech prehelénicos, signo de antiguos ritos ligados al ciclo agrario.

Senderos de tierra señalados por pequeños mojones de piedra permiten recorrer la “trazzera” que une Feudo Scala con Valle Inferno: dos horas de camino sin grandes desniveles, organizadas por el FAI y los guías locales, bastan para captar el aliento salvaje de este geositio, donde la historia geológica de las calizas miocenas dialoga con historias de pastores, carboneros y campesinos. Visitar la Rupe di Marianopoli significa, pues, sumergirse en un raro mosaico de biodiversidad, arqueología y paisajes sobrecogedores, un balcón natural que revela de un solo golpe de vista el alma más íntima de la Sicilia interior.

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