El exterior de la iglesia se presenta con una configuración similar a la de otras iglesias de Delia: fachada a dos aguas enmarcada por pilastras toscanas gigantes con entablamento, y un portal coronado por un edículo vacío y encima un óculo. El lateral de la iglesia, que da al corso Umberto I, se caracteriza por una puerta y tres ventanas superiores. El ábside, con el altar mayor, se conecta a los pilares del coro mediante una estructura de madera. El interior de la iglesia, de estilo barroco tardío, conserva altares de madera del siglo XVIII, tres de los cuales son de tipo baldaquino con columnas salomónicas. De notable factura son las estatuas de San Antonio Abad, San Francisco de Paula, la Inmaculada, San Luis Gonzaga, San Blas y el Crucifijo. En el interior de la iglesia hay una cripta con nichos laterales. Es la única iglesia con la fachada orientada al este, hacia la iglesia matriz, centro espiritual de la comunidad.
El 13 de marzo de 1926, junto a la iglesia y con entrada principal desde la misma plaza, se levantó el convento de San Antonio. Con unos 1.600 m² de planta distribuidos en tres pisos, se convirtió en un instituto para la educación de los niños y actualmente también en escuela infantil.