El término dialectal zubbii indica una depresión del terreno de origen tectónico, un sumidero natural. Aquí, el paisaje se abre en una profunda grieta encajada entre imponentes paredes de yeso, ofreciendo un escenario de extraordinaria belleza y gran biodiversidad. En el pasado, las aguas que allí confluían se utilizaban para alimentar los molinos de agua de Sommatino.
Los terrenos circundantes, que pertenecían a antiguos propietarios, fueron cedidos a la Administración Forestal para proyectos de forestación y reforestación. Paralelamente, los cazadores introdujeron conejos y otras especies de caza, transformando la garganta en un lugar de cacerías. Durante la temporada de caza, que entonces se prolongaba casi todo el año, el pequeño bosque atraía a aficionados procedentes de diversas zonas de Sicilia. Entre el espeso follaje, los cazadores se movían y desaparecían, mientras el eco de los disparos llenaba el valle.
La oscuridad del bosque, unida a los ruidos constantes que provenían del interior, contribuyó a crear alrededor de este lugar un aura lúgubre e inquietante. Así, el término Zubbii, que al principio era solo una indicación geográfica, acabó por adquirir una connotación negativa, evocando casi una “puerta del infierno”.