Habría pasado bajo el puente de la Croce - hoy enterrado - habría cruzado un pequeño puente, demolido más tarde para la construcción de la calle Luigi Russo, y habría llegado a la estación ferroviaria de Delia, que aún existe junto con su almacén adyacente, ambos hoy en malas condiciones estructurales. Desde allí habría partido hacia Canicattì, pasando por la otra caseta ferroviaria de la avenida Europa, bien conservada. Habría pasado bajo el puente de la Itria - aún existente pero enterrado tras la construcción de la avenida Europa - y, cruzando la actual calle Gramsci, habría salido del pueblo pasando por la caseta del paso a nivel de la calle Campo, todavía en buen estado de conservación, además de las casetas del bosquecillo de Meli y de Barberi en la zona de Calaciura, hoy en malas condiciones.
A lo largo de este recorrido, la vía cruzaba caminos mayores y menores, ríos y arroyos, atravesaba valles y se encontraba con montañas y colinas. Por ello, junto con el trazado físico destinado a los raíles, las casetas, los pasos a nivel y las estaciones, se construyeron numerosas obras que aún hoy sobreviven y se han integrado en el paisaje natural, como si siempre hubieran formado parte de él.