Distribuido en cinco colinas, este lugar ofrece una visión única de la evolución de las civilizaciones que habitaron la isla. Los primeros indicios de asentamientos se remontan a la Edad del Bronce Antiguo (siglos XVIII–XIV a. C.), con tumbas excavadas en la roca y chozas circulares atribuidas a la cultura de Castelluccio. Tras un largo período de abandono, Vassallaggi fue nuevamente habitado en el siglo VIII a. C. por poblaciones indígenas, para luego ser helenizado en el siglo VI a. C. por los griegos procedentes de Agrigento. En esta época, el sitio se convirtió en un importante puesto militar, con la construcción de murallas defensivas y un santuario dedicado a Deméter y Coré.
Durante la visita se pueden admirar los restos de las fortificaciones, los cimientos de las viviendas, las necrópolis con tumbas de cámara y los restos del santuario. Muchos de los hallazgos, como cerámicas áticas, objetos de bronce y estatuillas votivas, se exponen en el Museo Arqueológico de Caltanissetta.
Se supone que Vassallaggi podría corresponder a la antigua ciudad de Motyon, mencionada por los historiadores antiguos como un importante centro fortificado del interior siciliano. Además, en las cuevas prehistóricas de los alrededores se han hallado tumbas cristianas del siglo V d. C., testimonio de la larga continuidad de vida del lugar.