Fundada en 1620 por voluntad del barón Nicolò Galletti, la iglesia fue construida sobre una altura rocosa, cerca del castillo, para servir a una población en crecimiento que necesitaba un lugar de culto más amplio que la anterior iglesita dedicada a San Cataldo. El edificio presenta planta basilical tripartita en cruz latina, con amplio crucero y alta bóveda de cañón adornada con estucos neoclásicos y una pseudo cúpula central.
En 1698, un colapso parcial hizo necesarias importantes obras de reconstrucción y consolidación, que culminaron con la solemne consagración del 9 de mayo de 1739 por el obispo Pietro Galletti. En el interior, la iglesia custodia numerosas obras de arte, entre ellas la Natividad de María (1781) de Carmelo Riggi, un Crucifijo de marfil de la primera mitad del siglo XVIII y estatuas de San Miguel Arcángel, de la Inmaculada y de San Cataldo.
En 2019, la Iglesia Madre recibió un reconocimiento especial: fue afiliada, con privilegio particular, a la archibasílica papal de San Juan de Letrán, la catedral del Papa, convirtiéndose en la primera iglesia de Sicilia en gozar de este honor.