Dentro de ella se encontraba el feudo Pirato, dividido en varias contrade, entre ellas la de San Cataldo, salpicada aquí y allá de algunas casas, testimonio del antiguo caserío de Caliruni. En 1607, Nicolò Galletti solicitó y obtuvo provisionalmente la licentia populandi, dando así inicio a la historia del pueblo. Los Galletti construyeron en distintas épocas varios palacios, entre ellos el que hoy solo puede admirarse desde el exterior. Ubicado a lo largo de la arteria principal del poblado, antaño trazzera regia (camino carretero real), se presenta muy alterado y en mal estado de conservación. Fue construido hacia mediados del siglo XIX y proyectado por el arquitecto palermitano Tommaso Di Chiara, quien también diseñó el Palacio Galletti de Palermo, situado en la Piazza Marina, como se aprecia en los elementos neogóticos de ambas fachadas.
Originalmente compuesto por dos cuerpos, solo ha sobrevivido el superior; el otro fue demolido en los años 80 del siglo pasado para dar lugar a un banco. Una rampa de sillares de piedra, aún existente, comunicaba los dos niveles, conexión facilitada por la presencia de cavidades artificiales. Como testimonio de la arquitectura neogótica, el palacio incluye un pequeño jardín cerrado por un muro almenado. Algunos elementos embellecen la fachada, como los refinados motivos de cuatro hojas que sirven de rejería en la logia y en los balcones. La familia Galletti rara vez frecuentaba el palacio, pues residía de forma permanente en Palermo, y para escapar del bochorno veraniego de la ciudad se refugiaba en su villa de Bagheria.